El invierno se acerca… Y todavía estás a tiempo de prepararte para recibirlo, por eso hoy hablaremos de los neumáticos con clavos. Existen neumáticos de fábrica que contienen puntas metálicas en la banda de rodadura, pero también están los neumáticos a los que se les incorporan clavos para poder transmitir la fuerza de tracción a la superficie por donde circulan.
Para conducir sobre la nieve invernal se necesita fuerza y agarre, por ello muchas personas optan por agregar clavos a los neumáticos, pero te preguntarás, ¿qué tipo de clavos? ¿Cómo se insertan en el neumático? Se utilizan clavos de extremos redondeados, no muy largos; lo normal es que no excedan los 2 mm.
Generalmente se utilizan entre 80 y 100 clavos en cada neumático y son incrustados en pequeños agujeros incluidos en los moldes donde se produce la vulcanización del neumático. Con una herramienta especial se expande el hoyo en el caucho y se inserta el clavo. Una vez que el clavo es instalado correctamente a nivel de la superficie, la herramienta es retirada y el caucho se comprime alrededor del reborde de la base para mantener el clavo en su lugar.
Utilizar esta técnica es exclusiva para el invierno, climas extremos, carreteras heladas o no asfálticas, su uso continuo destroza las superficies sobre la que circulan. Existe reglamentación para utilizarlos, así que te recomendamos conocerla antes de realizar la aplicación de clavos en tus neumáticos.
Recordá que en Bridgestone® contamos con neumáticos para todo tipo de vehículo y caminos, ya que están diseñados para ofrecerte el mejor desempeño cuando más lo necesitás.